Proyectos Finales | Good Things Are Comi

Compartimos lo bello que es volar al centro de ti.

Proyectos Finales, al materializar un proyecto, este no acaba aquí, puesto que es solo la pequeña chispa para empezarlo todo de nuevo, para renovarte y sumergirte en las infinitas posibilidades de reestructurar lo que hasta ahora piensas, sientes o deseas suceda en el aquí y ahora; de forma personal o colectiva: Un Ave Fénix

*No todos los proyectos son expuestos online. Respetamos el proceso de cada unx.

Ale Ariza / Autorretrato

Autorretrato

Supongo que todo comenzó cuando me inscribí a este taller pensado que era de fotografía en general, no de autorretrato.
Escasos días antes, mi celular, como el pez de Amélie, se aventó un clavado, pero a las vías del tren. Lo rescaté y un día después descubrí que se había arruinado la cámara de atrás. Desde entonces, todas mis fotos y videos son en realidad modo selfie disfrazadas. Tal vez por eso, cuando descubrí que el taller era de autorretrato, reflexioné que de todas formas las cámaras ya apuntaban hacia mí. ¿Qué diferencia hay entre una selfie y un autorretrato? ¿Equivale lo mismo hacerse una selfie al óleo que un retrato con el celular? Realmente no importa porque solamente tengo el celular (la cámara frontal). Brenda nos cuestiona qué queremos decir, nos lleva por las fases de la luna, nos invita a construir un proceso de autocuidado y metamorfosis. Como la luna, jugamos a ser nuevas, aunque cada vuelta somos en realidad más ________. Más llenas.
“La mirada es una bala en la fotografía”, pero mirando mi autorretrato me parece que lo mío va más por la plasta de color, más que la bala una embarrada. Un retrato saturado, en los colores y en las formas. Y es que eso quisiera recordar al verme, recordar que antes que cualquier cosa soy un color, varios colores, una luz al fin y al cabo. Tengo forma humana solo si te fijas bien, si esfuerzas la pupila y logras ir a lo profundo de mis sueños más rosas. Hay una promesa, siempre hay una promesa que sabemos, al final terminará rota. Aún exprimida tu pupila, no verás el rostro de la chica, no sabrás si tiene los ojos puestos en ti, como tú en ella. ¿Acaso los tiene cerrados?, ¿acaso lo que ves al frente es lo que ella ve por dentro de sí misma? Una flor de fuego, una luz que sube hasta el techo. Si miras bien, la oyes decir: “Donde está tu corazón, está tu tesoro. Esta flor es mi tesoro y tú la puedes ver porque está frente a ti, pero yo no puedo verla porque está a mis espaldas. Dime cómo es y tendrás el paraíso.” (lo cual también suena a una promesa que terminará por romperse. Si volviera a ser (hacer) un autorretrato, pondría el tesoro en un lugar donde pudiera verle y mi rostro sería claro como una gota de agua. Habría una luz de abajo hacia arriba iluminando mi cara y no tendría sed porque quien encuentra su tesoro conoce la abundancia. En algún lado escuché que “retrato” significa “volver a traer” ¿entonces un autorretrato significa “volver a traerte a ti mismo”?, ¿ir a tu propio centro?, voy caminando hacia ahí, creyendo en la promesa de flores de fuego, luces que suben hasta el techo. Avanzo distraída, nunca en línea recta porque tengo los pies torcidos, llego tarde, pero sigo soñando que algún día llegaré temprano o que al menos eventualmente dejaré de sentirme mal por llegar tarde.
Se enciende el micrófono. Una voz en off, entre desafiante y sensual pregunta: ¿será que Ale logra encontrar su centro?, ¿será que esta vez –o en alguna de todas sus vidas– llega a tiempo?, ¿a ese tiempo que no es cualquier tiempo, que es más bien latido, más bien corazón, más bien tesoro prometido?
-Ale Ariza.

Julieta Fuentes / Tres Pieles

De la periferia, el continuo urbano autoproducido, un pequeño rincón para Ser yo y dejar una marca en el tiempo de mi historia. Un punto en el que me reconozco por primera vez de una manera distinta; despojada de elementos, que me obliguen a cubrir partes de mi cuerpo que no quiero mostrar en una fotografía, con el impedimento de mostrar lo que no me gusta, gustaba y por la "simple" emoción de sentirme expuesta ante todos y todo.

Vuelo hacia cada parte de mi cuerpo que no encontraba su lugar, y toma lugar: mi cabello, mis brazos, mi abdomen, mis piernas, mis pies. Y solamente mis incansables compañeras fundiendo su piel con la mía, nuestras pieles, una sola.
-Julieta Fuentes